“Hace años Juanjo Sáez se autoeditó un fanzine inclasificable, bellísimo y extraño, pariente lejano de aquel Buenos tiempos para la muerte que tan hondo caló en los lectores. En el hablaba de historias que apenas tenían una línea argumental clara. Se desarrollaban de la manera más absurda y terminaban sin que nada hubiera pasado. Pero algo había pasado, de eso estábamos seguros al terminar la lectura. Nos había tocado la fibra profunda, y sin recurrir a fuegos de artificios. Solo hablaba de cosas cotidianas... No decía nada, en el fondo”. Esto es lo que contaba Marc Piñol en el prologo sobre el fanzine que reproducimos entonces. Habría que añadir que invitamos a Marc a escribir cuentos para añadir volumen a la edición y el resultado son dos pequeñas grandes historias: El chico de la pipa y Hasta la muerte. Esperamos que Marc un día vuelva a escribir.
